sábado, septiembre 09, 2006

TURQUIA Y LA UNION EUROPEA HACE 43 ANOS: DISCURSO DEL PROFESOR WALTER HALLSTEIN, PRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE LA COMUNIDAD ECONÓMICA EUROPE, CON OCASIÓN DE LA FIRMA DEL ACUERDO DE ASOCIACIÓN CON TURQUÍA, EN ANKARA, EL 12 DE SEPTIEMBRE DE 1963



Es para mí un placer y un honor tomar la palabra en este momento solemne en nombre de la Comisión de la Comunidad Económica Europea. El Acuerdo de Asociación que hoy firmamos aquí es el resultado de prolongadas negociaciones, cuyas dificultades sólo se han podido superar gracias al espíritu de iniciativa, el coraje y la tenacidad de todos los participantes. Deseo asimismo pronunciar en primer lugar unas palabras de agradecimiento al gobierno turco y su delegación, que ha sido para nosotros un socio con espíritu de camaradería, así como a mi colega y amigo, Sr. Jean Rey, a quien se debe principalmente el mérito de haber puesto en pie este acuerdo. Estoy convencido de que he sido su fiel intérprete al incluir en estos agradecimientos a todos los colaboradores que han trabajado en esta dirección. El entendimiento mutuo que ambas delegaciones han puesto de manifiesto –la delegación turca con respecto a los ideales y principios del Tratado de Roma, y la nuestra con respecto a las particularidades de la realidad turca- ilustra por sí mismo de una manera autorizada el elemento fundamental de una asociación, a saber , el espíritu comunitario: voluntad mutua y solidaridad.

Hoy somos testigos de un acontecimiento político en gran medida.

Turquía entra a formar parte de Europa. Es ahí donde reside el sentido más profundo de esta operación: conlleva, de la forma más apropiada a nuestra época posible, la confirmación de una verdad, que es más que la expresión sucinta de una realidad geográfica o de una constatación histórica que se prolonga durante varios siglos. Turquía forma parte de Europa: es más bien sobre todo el recuerdo de la poderosa personalidad de Atatürk, cuya acción hemos rememorada a cada paso en este país, y el recuerdo de la renovación radicalmente europea que él imprimió al Estado turco en todas sus manifestaciones. Este acontecimiento no tiene parangón en la historia de la irradiación de la cultura y la política europeas, e incluso sentimos aquí un parentesco natural con la realización europea más moderna: la unificación europea. ¿No es una extensión de nuestro espíritu lo que se está alumbrando aquí: esta actitud lúcida, racional, tremendamente realista, la aplicación metódica del conocimiento moderno, el valor que se ha prestado a la escolarización y a la educación, el dinamismo decidido, encauzado hacia el progreso, el pragmatismo en la elección de los medios? ¿Qué es por tanto más natural que contemplar a Europa –la Europa que es la libre expresión de sí misma- y a Turquía identificarse en sus acciones y reacciones: militar, política y económicamente?

Turquía entra a formar parte de Europa: es decir, según los criterios que prevalecen hoy en día, ha establecido relaciones constitucionales con la Comunidad europea. Como esta Comunidad misma, estas relaciones se rigen asimismo por la idea de evolución.

Sin embargo, Turquía hace también frente a problemas delicados: debe proseguirse la industrialización ya iniciada, debe asegurarse la máxima utilización de los recursos de materias primas, reforzarse la agricultura. Todo esto es necesario porque ello forma parte de un Estado moderno y es necesario para garantizar el futuro del pueblo turco, cuya tasa de crecimiento no tiene parangón en ningún otro pueblo de la tierra. La tarea es ardua y seguramente no se conseguirá de la noche a la mañana. Pero su gobierno, su pueblo la han acometido con un valor admirable y hoy ya pueden enorgullecerse de los primeros éxitos.

Otros éxitos os esperan, favorecidos sin duda por vuestro acercamiento a la Comunidad, que contribuirá con su ayuda, para que vuestros objetivos, principalmente los incluidos en el plan quinquenal, sean logrados en su totalidad. Con la entrada en vigor del Acuerdo, las ventajas económicas y financieras que prevé y que representan una ayuda considerable permitirán también a Turquía incrementar sus exportaciones hacia la Comunidad Económica Europea e impulsar su capacidad de producción. El Acuerdo prevé por otra parte que Turquía debe intensificar aún más en un futuro próximo sus relaciones con la Comunidad y que éstas puedan convertirse en una verdadera unión económica en la que veamos como antes señalé una verdadera integración. De este modo la asociación no es solamente beneficiosa para Turquía sino que responde también a los intereses de la Comunidad.

Nos encontramos pues en el inicio de una era de intensa cooperación entre Turquía y la Comunidad. Las dos partes se encontrarán en el seno del Consejo de Asociación y allí presentarán sus inquietudes en calidad de socios iguales y se esforzarán en superar con este nuevo espíritu las dificultades que puedan surgir. Inspirándose en las mismas concepciones, reflexionarán en común de la forma establecida en el marco de la Asociación. Y un día se dará el último paso: Turquía será miembro de pleno derecho de la Comunidad. Este deseo y el hecho de que contemos unánimemente con nuestros amigos turcos en este deseo son la manifestación más poderosa de nuestra causa común.

2 comentarios:

Ayhan Enginar dijo...

Un visitante Anonimo ha dejado un comentario a esta entrada donde nos llama asiaticos, y que un pais musulman no puede ser Europa, y que hemos asesinado a los armenios, y que la diplomacia armenia esta en su momento mas fuerte, etc. Lo siento, no voy a publicar comentarios anonimos, escritos en un tono rudo, ademas de ser irrelevantes con la entrada. Si Vd esta tan interesado en la cuestion armenia, lea los expertos de este tema como Stanford J. Shaw, Heath Lowry y Justin McCarthy. Si no tiene tanto tiempo, lea las entradas concernientes en este mismo blog. Si no le gusta mi blog, haga el suyo y cuente la verdad suprema.

Que vergüenza no poder poner su nombre debajo de sus opiniones. Hay quines lo hacen a pesar de los 35 diplomaticos turcos asesinados por el ASALA.

Hablando de la diplomacia, el Embajador armenio que vino a presentarse a la capital donde yo sirvo, fui el primero en saludarlo y presentarle a sus colegas de otras Embajadas. Somos paises vecinos y Turquia ha sido el primer pais en reconocer la independencia de la Republica de Armenia, por su informacion...

Seguramente tampoco sabe que 40 mil ciudadanos de dicho pais viven en Turquia y ganan su vida en nuestra economia.

Ah, hablando de nuestros -creo unos 60-70 mil- ciudadanos de origen armenio, son tan turcos como yo y disfrutan de las bondades de ser ciudadanos de un pais democratico.

El funeral del difunto periodista Hrant Dink (Q.E.P.D.) ha sido una demostracion de la madurez democratica de la sociedad turca. Esperemos que esta madurez contagie a todos nuestros vecinos...

röşariö dijo...

suele esconderse el cobarde en la sombra para que no reconozcan su pobreza humana... dé la cara, señor anónimo y explíquenos sus teorías... y sobre todo, de argumentos razonados y reflexionados Europa quiere a Turquía, estoy segura